Passa al contingut principal

MALTRATO FAMILIAR

 

Cristina era una chica delgada, de mediana estatura, que le encantaban los niños, pero nunca tomó la oportunidad de tener un propio. Ella vivía en Londres desde hace mucho tiempo porque se tuvo que desplazarse hasta allí por trabajo, ya que en España no encontraba de su rama profesional que era de maestra educación infantil. Uno de esos días buscando trabajo por Internet encontró un trabajo que a ella le gustaba, sin pensarlo ella se puso en contacto con ellos para poder realizar una entrevista telefónica donde luego le tenían que hacer otra entrevista en la escuela de Londres para una vacante de maestra de educación infantil.

Por suerte para ella le aceptaron la entrevista telefónica, unos días más tarde la llamaron para que fuese a Londres a la entrevista para maestra de educación infantil, ella fue con toda su ilusión de poder por fin trabajar.

Después de muchas horas, viaje avión tren metros llego a la escuela. Todo hay que decirlo la escuela parecía una mansión antigua con unos grandes jardines y grandes ventanales.

Cristina nuestra protagonista entró por la puerta de la escuela, se quedó sorprendía de la majestuosidad del edificio con sus paredes de piedra cristaleras de colores, cuadros de todos los directores y directoras que habían pasado por esa escuela tan lujosa.



Se quedó en la puerta sin entrar esperando que alguien viniera a por ella, no fue así, ella observó que había cámaras en todos y cada uno de los rincones de la escuela, ella pensó: _Que hago yo aquí, si yo solo soy una simple maestra.

Unos minutos más tardes vino un señor muy alto delgado un poco curvado y de piel blanca como el papel y le dijo:

_Buenos días, ¿qué tal estas??

Ella respondió:

_Bien gracias muy cansada de tantas horas de viaje y usted?

El señor delgado muy elegante le dijo:

_Bien gracias, venga conmigo le mostraré la sala de espera antes de entrar a la entrevista.

Cristina seguido al señor que la había ido a buscar en la puerta mientras miraba las grandiosas paredes del pasillo hasta llegar a una escalinata que la acercaban cada vez más a la entrevista de su trabajo soñado.

Subieron esa escalinata de mármol llena de esculturas gigantes que hacían un poco de miedo.

El señor tan delgaducho blanco como el papel le digo:

-Espere aquí que la llamaran por su nombre, con ella había otras chicas, tal vez más jóvenes, pero no con experiencia como ella.

Después de un largo rato esperando la llamaron, ella se dirigió a una de esas puertas tan grandes y majestuosas, a la cual salía la voz que la llamo, entro con cautela y con los nervios a flor de piel.

La entrevista fue muy bien le dijeron que dentro de pocos días le responderían por teléfono por si ara apta para ese trabajo.

Una semana más tarde le respondieron que la cogían como maestra de educación infantil donde de repente tuvo que tomar una arriesgada decisión a lo que terminó dejando España y su familia es decir a sus padres solos en Madrid para poder trabajar de lo que ella había soñado siempre y estudiado.

Como se tuvo que ir de España de repente pues al llegar a Londres se tuvo que espabilar en buscarse un piso. Lo que encontró fue un piso compartido entre varios estudiantes de diferentes partes del mundo que por aquel momento ya le estaba bien.

A Cristina trabaja de maestra le apasionaba en aquel colegio se puso hacer clases de repaso para poder conseguir un poco más de dinero para poder pagar la parte del alquiler del piso y pasar el mes.

Iban pasando los años y Cristina iba haciendo amistades y con ellas se lo pasaba muy bien. Un día estando con sus amigas conoció a un chico. Con este chico estuvieron quedando días, meses, etc., hasta que realmente empezaron a salir como novio.

Pero Cristina era una chica apasionada por su trabajo como le gustaba tanto trabajar intentaba suplir a todos los maestros que hacían vacaciones.

Pero un día Cristina tuvo vacaciones y decidió pasarlas a España con sus padres, sin ellos saberlo, ya que hacía tiempo que no los veía así que decidió reservar el billete de avión.

Llegó el día y cogió el avión dirección a España, concretamente en Madrid. Una vez en Madrid se fue a casa de sus padres. Sus padres no se lo esperaban y se sorprendieron tanto que su madre se desmayó, pero se recuperó pronto. Pasaban los días y cada vez más para Cristina era una tortura, ya que no se acordaba que su madre la trataba tan mal haciéndole maltrato psicológico y también físico sin que su padre se enterará. Pero claro ella no podía volver a Londres porque vino la pandemia del coronavirus y lo cerraron todo así que se tuvo que quedar en casa de sus padres.

Su madre cada día le pegaba varias palizas, su madre era drogadicta y su padre no lo sabía, ya que por su tipo de trabajo de él estaba poco en casa.

Uno de esos días en que su madre le pegaba Cristina le dijo a su madre:

-Déjame en paz, ni mi padre te merece, seguro que a él también lo maltratas, y si sigues con esta actitud de maltratadora me iré de casa y pasaré lo resto de tiempo que me tenga que quedar en España lejos de ti, que es lo que tenía que haber hecho y no haber venido en España, son mis peores vacaciones de mi vida.

Le contestó su madre a su hija:

-Yo no te hago nada, eres tú quien provocas, nadie te pidió que regresarás, no haces falta para nada siempre has sido un estorbo.

Cristina respondió:

-Yo no hago nada solo he venido a pasar mis vacaciones con vosotros, ya que hacía muchos años que no os veía y me hacía ilusión verlos, pero veo que ha sido una muy mala volver a España. Yo pensaba que había que con los años habías cambiado y que te habías desintoxicado de la droga.

La madre le respondió:

-Ah pues será tu problema, yo estoy bien, no estoy drogada y nunca lo he estado, eres tú que eres insoportable y necesito una ayuda para aguantarte, y encima vienés sin avisar necesito más dosis de calmantes, no son drogas son para calmar los nervios que me estallan por tu culpa

Le contestó Cristina a su madre:

-Si lo estás drogada, lo sé porque cuando estás así es cuando no tocas bola y te pones de tan mala sombra que no eres tú y empiezas a gritar, a tirarlo todo y pegándome bofetadas con la correa de papa: Estás enferma deberías ir en un hospital de desintoxicación.

Dijo su madre:

-Yo no soy drogadicta y no doy palizas a nadie, tu invención para poner a papa en mi contra

 Le dijo Cristina a la madre :

-Sí que lo eres y es mejor que lo aceptes cuánto antes y la verdad es que me sale mal que mi padre no vea la actitud tuya cuando te pones estérica y me das con el atizador de la chimenea por todo mi cuerpo, y luego le dices a papa que me he caído de la bicicleta para que no sospeche de tu actitud y desprecio hacia mí. Ay pobre papa que te aguanta menos mal que tiene la suerte que trabaja todo el día si no sé qué lo sabría.

Respondió su madre:

-No lo soy!!!


Luego su madre empezó a darle bofetadas patadas, estirones de pelo, mordiscos.

Cómo pudo Cristina respondió:

-¡¡¡Déjame en paz!!! Te odio, Por favor no me pegues más. ¡¡¡¡Por favor te pido que pares!!!!

Su madre continuó maltratándola diciéndole:

-¡¡¡Nos abandonaste a tu padre y a mí todos estos años que estuviste fuera!!!

Le dijo Cristina:

-¡¡¡No os abandoné, tenía que trabajar y me salió trabajo en Londres, no es mi problema, además ya soy mayor!!! Ah y por cierto tengo novio.

Su madre le respondió:

¿¡Como que tienes novio!? ¿¿¿Dirás que es tu compañero de piso no??? Es mejor estar sola que estar con novio, ya que así a los padres los puedes cuidar cuando se hacen viejos. 

Cristina respondió:

-Sí, tengo novio y vivimos juntos en su piso.

Su madre le respondió:

-¿¿¿Cómo??? No puede ser. Nunca tendrás pareja.

Cristina respondió:

-Pues lo que te dije, que sí, tengo pareja y vivimos juntos.

Su madre le respondió:

-Ten cuidado que no me gusta que tengas novio y además porque puede maltratarte o dejarte.

Cristina respondió:

-Si no te gusta, si no lo conoces, no puedo hacer nada, es mi vida y lo tendrás que aceptar. No empieces a opinar de él sin conocerlo.

No creo que me trate peor que tú es imposible, eres una arpía y una bruja.

Cuando su madre terminó de pegarle a Cristina y discutir constantemente con ella le dijo su madre:

-Me voy y nunca más regresaré, te odio, ya no eres mi madre.

Cristina ya no podía aguantar más y decidió rápidamente hacer las maletas e irse de casa de sus padres antes que su madre volviera a tocarla.

Cristina le dijo a su madre:

-Suerte que no ha venido conmigo para que lo conocierais. Así que me voy de casa en busca de unas vacaciones mejor, dile a mi padre que le quiero muchísimo y que no me he ido por él, que él no tiene la culpa.

Así que Cristina se fue de casa de sus padres y se refugió en un hotel de Madrid a lo que sus padres no conocían, pero de hecho su madre la estaba vigilando y sabía en todo momento donde estaba su hija.

En muchas ocasiones su madre le llamaba por teléfono para insultarla y gritarla constantemente.

Cristina no quería coger el teléfono porque sabía que era su madre, pero también podría ser su padre, al que ella quería explicarle lo que hacía con ella su madre, pero sí que cada día se hablaban por teléfono con su novio.

Cristina llegó al hotel y al dejar las maletas en la habitación, como se encontraba muy mal tuvo que ir al hospital por los morados y golpes que le había causado la última paliza de su madre.

Al verlo el médico le pregunto:

- ¿Qué le ha pasado?

Cristina primero mintió, pero los médicos no se la creyeron y le volvieron a preguntar:

-¿Qué te pasó?, esto no es de una simple caída, si no lo dices que te pasó pondremos una denuncia porque esto es una situación de malos tratos clarísima.

Cristina se puso a llorar y lo explicó todo así que al salir del hospital decidió ir a la comisaría de la guardia civil a denunciar a su madre sin pensarlo, con la ayuda de los informes médicos.



Cristina volvió al hotel después de denunciar, allí conoció a una chica, que al verla tan triste y dolorida le preguntó:

-¿Qué te pasó?

Cristina calló por unos instantes, pero se desmoronó y empezó a llorar y se lo explicó todo.

La chica asombrada le preguntó:

-¿Y por qué no lo hiciste antes lo de denunciar a tu madre?

A lo que Cristina respondió:

-No lo hice antes porque tenía miedo a lo que podría hacer mi madre sobre todo cuando se vuelve loca y está drogada y cuando esta así está estérica, y no saber lo que es capaz de hacer.

En una ocasión que discutimos yo como siempre pasaba de ella y un día fue ella a la cocina cogió un cuchillo afilado y me lo tiró, por suerte para mí no me alcanzó, no sé dónde estaría ahora.

Una vez llegada a su habitación, la chica tenía redes sociales y decidió explicar a sus seguidores la situación vivida en su casa que le recordaba a ella misma lo que vivió con sus familiares y su expareja.

Crearon una página web donde las chicas podían denunciar y explicar sus situaciones, porque no se debe tolerar ese maltrato sea familiar, padre, novios, maridos.

En la página creada por dos víctimas de malos tratos daban la oportunidad de que otras chicas podían sentirse valoradas vivir sin ser infelices, sino ser felices y vivir su vida y que nadie puede prohibirles ni obligarles a hacer nada que ellas no quieran hacer.














Comentaris

  1. Bueno, es casi imposible que se verdad, una madre que maltrata así, es para denunciarla, sin duda para huir, sea a otro país o bien lejos

    Hay mujeres que no deberían ser madres, y padres que tampoco merecen tener hijos, ni esposa. Una historia truculenta y triste. Un abrazo

    ResponElimina
  2. No totas las madre son madres, ni tendrian que tener hijos.

    ResponElimina

Publica un comentari a l'entrada